Varios diarios nacionales, publicaban estos días una noticia sobre el empleo impresoras 3D de huesos para reparar defectos de cráneo y/o cara. Este tipo de noticias no es nuevo y en los últimos meses varios diarios comentaban la utilidad de este tipo de impresoras para realizar fragmentos del cuerpo humano.
El empleo de impresoras 3D en medicina es antiguo, y en la Neurocirugía llevamos 3-4 años empleándolas para la realización a medida de diferentes huesos del cráneo y cara y poder practicar reconstrucciones a medida. Esta reconstrucciones se realizan en pacientes que han sufrido la pérdida de alguna porción ósea debido fundamentalmente a traumatismos graves de cráneo y cara.
El material empleado para la confección de las piezas puede ser sintético o formado por diferentes sales de calcio (fosfatos) que facilitan que el hueso craneal pueda crecer por dentro de la prótesis y conseguir que esta se osteointegre.
Creo que es importante que los medios se hagan eco de los avances médicos, pero siempre hecho en falta un poco de rigurosidad en la noticias, que en muchas ocasiones buscan más el sensacionalismo de la noticia que su verdadero interés médico.
Imagen de un cráneo construído con una impresora 3D. Las partes en verde se emplearon para aplicar a un paciente con un gran defecto craneal debido a un traumatismo.
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