Las alergias alimentarias son una respuesta exagerada del sistema inmunológico por el consumo de un alimento en particular. Tal y como señala Montserrat Fernández, del Servicio de Alergia del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, la respuesta normal del sistema inmunitario ante los alimentos es tolerarlos. Sin embargo, en algunos casos genera una respuesta alterada que puede provocar que, cuando las personas consuman determinados comestibles se desencadenen efectos nocivos y reacciones por parte del sistema inmunológico que dan lugar a las alergias alimentarias.

“El tipo de respuesta más frecuente es la mediada por los anticuerpos del tipo IgE, que producen reacciones inmediatas”, explica Fernández en el Libro de las Enfermedades Alérgicas de la Fundación BBVA, editado con el aval de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. La especialista también señala que existen respuestas inmunológicas mediadas por células que provocan respuestas que se manifiestan más tarde. Éstas suelen ser cutáneas, como la dermatitis atópica, o digestivas.

Por otro lado, los alimentos también pueden causar alergia si están en contacto con la piel o tras la exposición por vía respiratoria. En el primer caso pueden provocar dermatitis y urticaria, entre otras; mientras que en el segundo pueden generar problemas relacionados con el aparato respiratorio, como asma o rinitis.

Los alimentos que con más frecuencia producen alergia son la leche, los huevos, el marisco, los frutos secos, el trigo, las legumbres, la soja, las frutas y el pescado.