La limpieza en los hospitales es de suma importancia, ya que los microorganismos pueden persistir por algunos meses en el ambiente donde estuvo un paciente infectado, por lo que una persona que es internada en esa misma sala, tiene cinco veces más posibilidades de adquirirlos en comparación con una situación cotidiana, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo esto es fácil de prevenir, sólo se requiere una limpieza adecuada, y es en ese escenario, donde la nanotecnología se hace presente.

Los hospitales no sólo tienen que ser limpiados en su estructura superior, sino al interior de estas, ya que no se pueden permitir la aparición de “enemigos” como el moho, precursor de diversas enfermedades como el asma.

La doctora Lucía Daciuk, coordinadora de la Comisión de Infecciones Asociadas al Cuidado de la Salud y Seguridad del Paciente de la Sociedad Argentina de Infectología, enfatiza que la limpieza hospitalaria “debe estar sistematizada y tener una periodicidad menor y una meticulosidad mayor a la de cualquier otro centro”.

Es decir, el número de veces que se limpia debe disminuir, pero cada limpieza debe ser más profunda, al grado de no dejar rastros de los microorganismos causantes de diversas enfermedades e infecciones.