do de pequeña mi madre me contó la historia de la bella durmiente fue inevitable preguntarle cómo podía ser que alguien durmiera tanto tiempo, a lo que mi madre respondió que se trataba de magia.

Muchos años después pareciera que la ciencia ha encontrado otra manera de explicar dicha situación. El hecho anormal de que un ser humano duerma durante varios días seguidos y después despierte sin recordar es denominada el Síndrome de Kleine- Levin.

Este extraño cuadro se ha hecho mundialmente conocido con el caso de la adolescente Louisa Ball, una inglesa de apenas quince años que ha llegado a dormir más de diez días seguidos. En realidad,  la  ciencia  recién está dando sus primeros pasos en la  investigación de estos procesos, si bien las opiniones calificadas los relacionan con una disfunción en  el  hipotálamo  o  una anomalía en el desarrollo estructural del cerebro y  basan  esas  consideraciones en el  hecho comprobado de que es la glándula hipotalámica quien controla el sueño, la vigilia, el hambre, la sed y el deseo sexual.

Y como aquellas personas que padecen este síndrome han manifestado en su totalidad hiperfagia ehipersexualidad al despertar de sus atípicos sueños, los investigadores relacionan el funcionamiento de la glándula endocrina con esta patología.

Lo que sí se sabe fehacientemente es que si bien los casos son muy poco frecuentes, en general lo padecen los varones en la segunda década de la vida. Su evolución clínica se considera benigna aunque se han registrado disfunciones cerebrales interepisódicas.

Por el momento no hay un tratamiento eficaz antes estos cuadros, sin embargo varios pacientes han mostrado mejorías notables gracias a un tratamiento a base de sales de litio. Además, contrariamente a lo que la lógica haría suponer, los enfermos han experimentado remisión de la enfermedad o disminución de los episodios a medida que avanza su edad.